Un vistazo al futuro de la educación
Por Axel Rivas*
Algunas tendencias que definirán las maneras de enseñar y
aprender en los próximos años, desde los libros electrónicos y las
pizarras interactivas hasta los videojuegos educativos. Las ventajas y
los riesgos de un aprendizaje cada vez más "ubicuo".
"Viajes al futuro de la educación" repasa distintas herramientas y experiencias que ya están transformando el escenario educativo.
14/08/13 - 19:00
Están pasando muchas cosas en el mundo de la educación. Nuevas, inesperadas, inciertas, inverosímiles. El libro Viajes al futuro de la educación,
gratuito y online, se propuso verlas, sistematizarlas y contarlas. Con
la esperanza de abrir horizontes y nuevas preguntas, en especial al
planeamiento educativo, se propone discutir cambios a gran escala que
amplíen la esfera de justicia social de la educación.
En los viajes aparecen ejemplos de todo tipo. Los libros de texto electrónicos y las pizarras interactivas,
reemplazos de dispositivos escolares clásicos, que traen el mundo de la
colaboración, la reescritura, la grabación de las clases, la
experimentación de lo visual y la llegada de Internet de lleno a las
aulas.
Las clases invertidas, posibles cuando
todos los alumnos de una escuela tienen Internet. En vez de dar la
teoría en clase y mandar los deberes al hogar, la idea es que el
profesor manda un video con una clase experta para que todos lo vean y
ocupa su tiempo en el apoyo a ejercicios prácticos de los alumnos. La
clase la da un experto y el docente personaliza la enseñanza, en vez de dejar los deberes librados a la desigualdad de hogares de sus alumnos.
O los MOOC, los cursos masivos en línea y gratuitos
que algunas de las grandes universidades del mundo están brindando,
como Stanford o el MIT. Su revolución es poner al alcance de millones el
conocimiento experto que era solamente para unos pocos privilegiados.
Los MOOC tienen horarios de clases que se ven virtualmente por Internet,
ejercicios y todo tipo de redes colaborativas entre sus participantes,
que llegan a ser cientos de miles.
Otra tendencia fuerte es lo que se llama “learning analytics”, el aprendizaje mediado por computadoras que van analizando los patrones de aprendizaje
de los alumnos. Así se puede detectar qué errores cometen más
frecuentemente y crear secuencias específicas de enseñanza para cada
alumno. Esta tendencia crecerá con mucha fuerza en los próximos años.
Los videojuegos educativos
o los “juegos serios” también marcan el rumbo. Muchos están
revolucionando el currículum tradicional. Cada vez más creativos y
desafiantes, proponen formas de enseñanza que rompen la brecha entre la obligación y el placer de aprender.
Incluso algunas escuelas como “Quest to learn” se proponen diseñadas
completamente sobre un modelo de juego que reemplaza a todas la materias
tradicionales.
Los videos educativos también
amenazan a la forma escolar tradicional. Algunos pronostican que en
pocos años la gran mayoría del aprendizaje será virtual. Un ejemplo
fuerte en esta dirección es la Academia Khan, que tiene
más de tres mil videos educativos que “reemplazan” todo el curriculum
de la escuela secundaria. Tiene millones de visitantes y está
revolucionando la enseñanza.
Estos breves ejemplos muestran un
mundo que se mueve debajo de nuestros pies. Algunas tendencias claras
para la educación del futuro comienzan a demarcarse. Vamos hacia un modelo de aprendizaje ubicuo.
Podremos acceder desde todo lugar a Internet a un muy bajo o nulo
costo. Esa conectividad nos permitirá capacitarnos en todo momento.
Cada vez habrá más enseñanza de pares,
los alumnos entre sí e incluso a los docentes. Esto no implica perder
la autoridad del conocimiento docente, pero sí abrir espacios
colaborativos, donde el saber se construye en conjunto a través de la
investigación guiada por los docentes.
Se podrá personalizar el aprendizaje,
romper con los modelos de enseñanza uniformes y monolíticos. Esta será
una oportunidad para que cada alumno trabaje en su propio ritmo, con
diversos proyectos, no solo siguiendo el ritmo de clases graduadas y
simultáneas.
Todas estas tendencias tienen amenazas. Pueden ampliar las desigualdades,
ya que los más ricos tendrán más acceso a las tecnologías. Pueden
llevarnos a la distracción total, la ausencia de continuidad y el fin de
la memoria compartida.
Y tienen, a su vez, grandes potenciales. Pueden convertir al conocimiento en algo apasionante, diverso, colaborativo, creativo, constante.
Depende de los docentes y de los planificadores de la educación
aprovechar la masa de cambios y darle formas pedagógicas. No dejar que
ganen las tecnologías y las grandes empresas que las venden. Que gane la apropiación educativa, las ganas de innovar y el sentido de justicia distributiva.
Conectar
Igualdad fue un gran paso para la Argentina. Las netbooks generan
desconcierto pero plantan un piso de derechos fundamental para el
futuro. Cada alumno tiene en sus manos una herramienta insospechada
pocos años atrás. La dirección pedagógica será central para hacer de este camino un futuro educativo transformador.
En ese camino debe haber una certeza. No hay que inventarlo todo de nuevo.
Las escuelas no morirán. No hay que vivir de fascinaciones futuristas.
Es fundamental combinar la memoria del pasado, la reflexión crítica
sobre el presente y el inmenso potencial que abre el futuro.
*
Investigador principal del programa de Educación de CIPPEC (Centro de
Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento)
www.cippec.org / @arivas7
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuy linda Miguel tu breve reseña histórica sobre a aparición de la tecnología en nuestras vidas. Nos pusiste un poco los pies sobre la tierra, entendiendo porque llegamos a lo que tenemos hoy en día. Es muy cierto también que la enseñanza tradicional no va a desaparecer, sino que la tecnología ha llegado para acompañarla, para enriquecerla pero no para suplantarla; y esta buena también la interacción del docente-alumno a la hora de aprender a usar esta nueva herramienta que nos han dado como son las netbooks.
ResponderEliminar